Madame Bovary

Resulta muy difícil añadir algo más, que sea de interés, a todo lo que ya se ha dicho acerca de la que Flaubert consideraba su gran obra maestra. Así es que yo me limitaré a rogaros, a todos los bovaryanos y a los que más pronto o más tarde caeréis en sus redes, que mantengamos vivo su recuerdo, que no matemos a Emma con la última frase de su autor, que de tanto en tanto sigamos gozando con sus insatisfacciones, deseos, contradicciones y, por supuesto, con las espléndidas imágenes con las que el autor nos regala en todas y cada una de sus páginas.

Por lo que a mí respecta, Madame Bovary es una de aquellas amigas con las que felizmente tropiezo de tarde en tarde, para mantener con ella una larga, gozosa e íntima conversación.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s